La transcripción de este folio ha sido corregida
4
Viajero que en la tierra
tras lo imposible va,
cerebro que agoniza
cansado de luchar;
latido imperceptible,
placer que se olvidó,
remedo de la ausencia;
ése soy yo.
Con sombras en mi cielo,
sin flores en mi altar,
con dudas en la mente,
sin ilusiones ya,
desdeñado y pobre,
humilde y sin doblez,
en medio de este mundo
¿qué he de hacer?
Cadencia que no tiene
ni ruido ni compás;
mendigo de algo grande
que habita un más allá;
avaro de un tesoro
que aguarda oculto Dios;
cantor de desventura;
ese soy yo.
A ti, que noble y buena
desciendes al hogar,
que en medio de mi patria
lanzóme la orfandad;