La transcripción de este folio ha sido corregida
16
ECOS DEL CORAZÓN.
Escucha los acentos
de mi labio tristísimo,
bella mujer que adoro,
angélica beldad.
Sal y escucha las súplicas
del hombre que frenético
a ti dirige un cántico
en esta soledad.
Sal, ángel de mis sueños,
a tu ventana gótica,
a oír los lastimeros
ecos del corazón.
En tus umbrales góticos
estoy vertiendiendo lágrimas,
sal a enjugar mi llanto
que muero de dolor.
DESPIERTA YA.
Despierta ya, ¡oh joven agraciada!
mírame aquí desvelándome por ti,
serenándome en los campos por tu amor,
abre los ojos, ya se va tu adorador.
Tú ya no me amas como antes me decías.
¡Ay! cuando tengas nuevo amor me cambiarás,
mientras que yo no te cambia por ninguna otra mujer,
abre los ojos ya se va tu adorador.