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ADIÓS A MÉXICO
35 COLECCIÓN
DE
CANCIONES MODERNAS
PARA 1897
PUBLICADAS
POR
A. VANEGAS ARROYO
POSADA
ADIÓS A MÉXICO
35ª Colección
DE
CANCIONES MODERNAS
Para
1897
PUBLICADAS
Por Antonio Vanegas Arroyo.
CONTIENE:
Adiós a México.– Tu Blanca
Frente.– La Champañera (polka)
A Luz.– Suspiro de los Ángeles.– Des-
engaño.– En Sueño.– Margaritas y Elenas.
Tus Ojos Negros (danza).– En un Pal-
mar.– Es el Amor Mariposa (danza)
A tu Nombre.– Un recuerdo.
Te vi una vez.– Cuánto te
adoro.– Los Ecos del
Corazón.– Despierta Ya.
MÉXICO.
IMPRENTA CALLE DE SANTA TERESA NÚM. 1.
AL BELLO SEXO
Incansable en el afán de publicar siempre lo más moderno y lo que más agrada al bello sexo relativo a canciones, no he omitido jamás gasto de ninguna especie para dejar complacidos a mis constantes favorecedores.
La presente colección que hoy tengo el gusto de presentarles, es una de las más apreciadas tanto por sus muy buenas composiciones como por lo modernas.
En la satisfacción de haber llenado los deseos de mis simpáticas lectores, me suscribo afmo. S.S.
EL EDITOR.
ADIÓS A MÉXICO.
Adiós, México Lucido,
ya me voy a Veracruz,
y al venir a despedirme,
comienzo por Santa Cruz.
Adiós, mamacita Luz,
por el tren voy a partir,
de San Lázaro al salir,
me despido con afán.
San Antonio Tomatlán
con su Casa Empacadora,
adiós, Doña Nicanora,
sus amigos ya se van.
Barrio de San Sebastían,
callejón de Cantaritos,
adiós, Doña Remeditos
no irá usté a encaminarme.
Adiós, plazuela del Carmen
con su inspector noche y día,
adiós la comisaría
que conmigo fue muy fina.
Adiós, Santa Catarina
con su plaza comerciable,
adiós, Puente Tezontlale
Por donde la gente pasa.
Adiós, chata Nicolasa,
lucero de la mañana,
adiós, barrio de Santa Ana
que estás cerca de la garita.
Adiós Estación bonita
del tren que se va a Pachuca,
ya no quedo hecho boruca
con oír tanta poesía.
Adiós querida Lucía
ya pronto verás lo que hago,
adiós, Tecpam de Santiago
con su Aduana en arrabal.
Adiós, cárcel militar
donde se encierran los bravos
más bien parecen esclavos
desertados de cuartel.
Adiós, Plaza Villamil
con circo Orrin en bonanza,
nadie en crédito te alcanza
porque haces un buen papel.
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Adiós, chata Villaruel
que paseabas con salero,
también en Juan Carbonero
tomamos pulque curado.
Callejón del Recabado
donde había la Tina de Oro;
adiós, pulquería del Toro
que de fama es lo mejor.
Adiós, querida Leonor,
ya no me hará usted Borrego;
adiós, templo de San Diego
con alteres de oración
Adiós, Soledad Rincón,
pues te llevo aquí en la meolla;
adiós, Caballo de Troya,
que eres consuelo de moros.
Adiós, Plaza de Toros
que ha levantado Ponciano;
adiós, casa del Hospicio
donde tratan con crueldad.
Adiós, doña Soledad
con sus hijos y su abuela;
adiós, grande Ciudadela
donde se pasea muy bien.
Con presidiarios malditos
adiós, Calcel de Belem,
empresa de wagoncitos
ya de ustedes me olvidaba
Adiós, el Salto de Agua
donde fui muy bien querido;
adiós, el niño perdido
donde conocí a mi chata.
Adiós, Macedonio el Tata
que en mi vida fue muy franco;
adiós, Callejón del Manco,
pulquería del Gran Anfibio.
Adiós, barrio don Toribio
donde privó Juan el bizco;
adiós, Plazuela del Risco,
callejón de la Retama.
Adiós, primorosa Juana,
mis recuerdos te darán;
barrio de Necatitlán,
callejón de Cabecitas.
Donde me daban las citas
el valiente Pedro Castro;
adiós, calle real del Rastro
Donde había tantas borucas.
Adiós, barrio de San Lucas,
pulquería de los Guerreros,
también de los matanceros
me despido de amistad.
Adiós, San Antonio Abad,
Me despido placentero
del hermoso Embarcadero
donde privó Chucho el Diablo.
Adiós, Hospital San Pablo
donde tuve mil dolores;
callejón de Curtidores,
me despido con el alma.
Adiós, barrio de la Palma
donde privó Pancho el Chueco,
adiós, plazuela Pacheco,
donde conocí a Luciana.
Adiós, Jaunita la Rana;
adiós, Juan el Ajolote;
salude al Chichuicuilote
y a Don Francisco Linares.
Adiós, barrio Manzanares,
plazuela de la Alamedita,
adiós, la Candelarita,
donde me paseé orgulloso.
Adiós, México precioso,
de ti estoy agradecido:
en total, adiós los puntos
que no haya ya referido.
Ya comenzó amanecer
y se acercó mi partida,
si bien me presta la vida
nos volveremos a ver.
TU BLANCA FRENTE.
De tu linda y blanca frente
la virtud nos animaba:
en tus labios se extasiaba
la sonrisa de tu amor.
Eres tú blanca azucena,
eres tú dulce embeleso:
de tus labios dame un beso,
que es la prueba de tu amor.
LA CHAMPAÑERA. (POLKA)
Con su canasta en el brazo
va siempre la Champañera;
del amor ya no hace caso.
Pues siempre está placenter.
Oiga usted, mi señor, por favor le diré,
soy raxera, Champañera, como ustedes lo sabrán;
tengo flores, sí, señores, y de amores un millón.
oiga, tonto, no sea necio, que no es nueva su canción.
Si porque tu eres la mujer que amé,
la dueña de mi pobre corazón,
escucha, por piedad, a mí,
escucha, por piedad, a mi,
Y va la Champañera paso a paso.
Y va la Champañera con su canto placentera.
Oiga, usted, mi señor, etc.
A LUZ.
Sin duda Luz te pusieron
cuando tú a la luz veniste,
y tus miradas vertieron
Luz que la luz no resiste.
Luz inocente, que brinda
Edén conyugal sin cruz,
qué hombre hab´ra que no se rinda
ante tu belleza, Luz.
Feliz que sin pesadumbre
vea la gloria en tu mirada,
y a tu alma enamorada
seas tú, Luz, la que le alumbre.
SUSPIRO DE LOS ÁNGELES.
Suspiro de los ángeles,
alma del alma mía,
incomprensible espíritu,
dulce melancolía,
dulce melancolía,
amiga del dolor.
Sobre tus alas trémulas
vuela mi pensamiento,
dame a beber tus lágrimas,
dame a beber tu aliento,
se calmara un momento
la llama del dolor.
DESENGAÑO
Corazón, no me atormentes
con su insensata pasión,
suspira si tantos sientes,
desgraciado corazón.
Sosiégate, niño loco,
no me pidas lo imposible;
me quedas si te toco,
y lates con fuera increíble.
El amor de esa mujer
sólo te dará un calvario,
olvídala es necesario
y no vuelvas a querer.
EN SUEÑO.
¡Ay! infeliz de aquel que en torpe sueño
ama a la virgen que soñando ve,
y al despertar, imbécil, se cree dueño
y que existe lo que sueño fue.
Y pierde al fin su venturosa calma
corriendo loco de una sombra en pos,
buscando una alma que comprenda su alma
cual se comprende la virtud y Dios.
MARGARITAS Y ELENAS.
Margarita entre las flores
como el ángel de mi vida,
yo la quiero porque es mía
y es la dueña de mi amor.
Elena, joven precioso,
eres dueña de mi maor;
No te muestres desdeñosa
¡Ay! dame tu corazón.
Entre jardines y flores,
entre rosas y azucenas
las Margaritas y Elenas
coronadas las verán.
TUS OJOS NEGROS.
(DANZA.)
Me gustan tus ojos negros,
regálamelos a mí,
a ver si por medio de ellos
me quieres como yo a ti.
No puedo ¡ay! no puedo,
ya me censo de llorar,
y no he podido alcanzar
que sean míos tus ojos bellos.
El tiempo es buen amigo
y yo de él me he de valer,
a ver si por medio de él
tuyo soy, tuyo he de ser.
Con el brillo de tus ojos
aumenta más mi pasión;
hermosa, deja de enojos
y dame tu corazón.
Cada vez que te veo,
cada vez que te veo,
me dan ganas de besarte;
pero al ver tu altivez,
pero al ver tu altivez,
no me atrevo a mirarte.
EN UN PALMAR.
En la orilla de un plamar
cantaba una joven bella;
su boquita era un coral,
sus ojitos una estrella.
Al pasar le pregunté
quién, pues, estaba con ella,
y me respondió llorando:
solitita en su lugar.
Soy huerfanita, no tengo padre ni madre,
solita vio en un continuo pesar;
no tengo un amigo que me venga a consolar
solita voy y vengo como las olas del mar.
ES EL AMOR MARIPOSA
(DANZA)
Es el amor mariposa
que a la salida del sol
abriendo sus blancas alas
se posa de flor en flor.
Por eso, gacela mía, desde que te ví
te dije que te amaría con frenesí;
hermosa, si tú me amas como yo a ti,
verás que vida tenemos tan feliz, tan feliz.
El amor es como un niño,
inocente y jugueton,
que por un juguete nuevo
olvida el que le sirvió.
Por eso, gacela mía, etc.
A TU NOMBRE.
Si algún ser me ha privado el que no me ames,
yo sufriré en silencio mi pasión;
si te naciere de corazón amarme,
ámame, pero no por compasión.
Una M es la primera de tu nombre,
una A y una R vas a continuación,
una I y una A al fin concluyendo
para decir su nombre encantador.
UN RECUERDO.
Bajo el ciprés doliente que vigila
de tus restos la tumba funeraria,
quiero elevar mi ferviente plegaria.
Al trono del Señor.
Fue tu cuerpo clavel que al rayo ardiente
del sol desplega el rojo terciopelo,
y marchito después por cano hielo
se dobla sin color.
Tu alama está bella y pura mariposa
que dejó su crisálida sin pena,
por elevarse de atractivos llena
al cielo de zafir.
Allá de moras en eterno alcázar,
unida a tus hermanos los querubes,
al que reside en opaladas nubes
suplícale por mí.
TE VI UNA VEZ.
Te vi una vez y puro el fuego
de un amor que encendió mi fantasía:
te vi una vez y luego yo creía
volver mis ojos, volver mis ojos a mirar
(doquier.
Pero otra vez ante mis ojos áridos
angélico mirar dejaste ardiente,
mi pobre corazón leyó en tu frente
un recuerdo de amor y fue feliz.
Deja esa vida mística y bendita,
que hay otra ser en el mundo que te llama,
y un corazón ardiente que te ama,
¡Ay! con fuego, amor y frenesí.
Ven, hermosa, yo te adoro,
ven mi lloro a mitigar,
el delirio que me mata
pues, ingrata, me has de amar.
Porque el fuego que yo tengo
lo mantengo con tu amor,
y tu imagen hechicera
no la imagino con horror.
CUÁNTO TE ADORO.
No me anuncies, por Dios, si es que me amas,
te suplico tu sola lo calles,
y secrete te pido que guardes
en el fondo de tu corazón.
Si supieras, mujer, cuánto te adoro
y las penas que sufro al no verte,
mas no puedo decirte que te adoro,
eres casa, qué suerte infeliz.
ECOS DEL CORAZÓN.
Escucha los acentos
de mi labio tristísimo,
bella mujer que adoro,
angélica beldad.
Sal y escucha las súplicas
del hombre que frenético
a ti dirige un cántico
en esta soledad.
Sal, ángel de mis sueños,
a tu ventana gótica,
a oír los lastimeros
ecos del corazón.
En tus umbrales góticos
estoy vertiendiendo lágrimas,
sal a enjugar mi llanto
que muero de dolor.
DESPIERTA YA.
Despierta ya, ¡oh joven agraciada!
mírame aquí desvelándome por ti,
serenándome en los campos por tu amor,
abre los ojos, ya se va tu adorador.
Tú ya no me amas como antes me decías.
¡Ay! cuando tengas nuevo amor me cambiarás,
mientras que yo no te cambia por ninguna otra mujer,
abre los ojos ya se va tu adorador.
DE
ANTONIO VANEGAS ARROYO
CALLE DE STA, TERESA NÚM. 1. MÉXICO.
En esta antigua casa se halla un variado y selecto surtido de
CANCIONES
PARA EL PRESENTE AÑO.
Colección de Felicitaciones, Suertes de Prestidigitación, Adivinanzas, Juegos de Estrado, Cuadernos de Cocina, de Medicina y de Brindis, Versos para Payaso, Discursos Patrióticos, Comedias para Niños y Títeres.
COMPLETA COLECCIÓN DE CUENTOS
con bonitos grabados iluminados intercalados en el texto, etc., etc.
REGLAS PARA ECHAR LAS CARTAS
O SEA ARTE ADIVINATORIO
POR MEDIO
DE LA BARAJA MEXICANA,
EL NUEVO ORÁCULO
O SEA
EL LIBRO DEL PORVENIR
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