La transcripción de este folio ha sido corregida
6
ADIÓS.
¡Adiós! Soy hoja que arrancó del árbol
inclemente turbión,
ave que busca en su aislamiento un nido,
ola que rueda de la playa en pos.
Cuando pienses en mí, si acaso piensas,
no me maldigas, no,
si hoy lamentas ilusiones idas,
el culpable no soy.
Y ya que sobre el [mundo] [no] has de verme
ni he de mirarte yo,
sonríe con tristeza cuando escuches
vibrar el eco de mi tierno adiós.
MATUTINO.
Cuando del alba a la [primer] [sonrisa]
tras de noche sin fin,
rondo la calle de esperanza lleno
al mirarte salir.
Late mi corazón alborozado
con tan loco latir
cual si escapar quisiérase del pecho
y volar hacia ti.