La transcripción de este folio ha sido corregida
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En medio del ancho cielo
derramando luz está;
las aguas que nos rodean
se comienzan a platear.
Camina esta débil barca
bendita por el amor,
como un suspiro del viento,
cual aroma de una flor.
Dulce niña de mi alma,
dame un beso, y un millar;
aquí ninguno nos mira,
sólo la brisa al pasar.
Por el oriente la aurora
ya comienza a despuntar...
¡Qué hermoso es, niña adorarse
dos seres En Alta Mar!
¡ADIÓS!
Adiós, adiós; quien sabe si en la vida
nunca jamás te volveré a ver;
te vas te vas y ´solo llanto dejas,
te vas diciendo: adiós, adiós, adiós.
Yo vi tu tumba de mármol labrada
con letras de oro diciéndome adiós;
le pido al cielo en tu penar olvido
que en tu ausencia yo solo lloraré.